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Ante los nuevos tiempos de retrocesos de la CLASE OBRERA,perdida de derechos historicos,el envalentonamiento del capital,despues de la caida del estalinismo,la clase obrera se ve agredida por una burguesia cada vez mas insaciable ante el inmovilismo y falta de alternativa de nuestros partidos de izquierdas.Los instrumentos clasicos de defensa de los trabajadores,los sindicatos,han abandonado la posibilidad de la transformacion social y han hecho de los mismos meros aparatos de servicios y burocracia al servicio de unos espabilados,que en sus metas,esta el hacer del sindicalismo su profesion

CONTRA LA BUROCRACIA SINDICAL

CONTRA LA BUROCRACIA SINDICAL
POR UN SINDICALISMO COMBATIVO, DE CLASE Y DEMOCRATICO

domingo, 18 de enero de 2009

CAYÓ FIDALGO EN EL IX CONGRESO DE CC.OO.

VOY A PUBLICAR UN ARTICULO DE MI CAMARADA Y AMIGO XOAQUIN GARCIA SINDE, DE EL MILITANTE. ARTICULO ESCLARECEDOR DEL IX CONGRESO DE CC.OO.


El IX congreso Confederal de CC.OO., celebrado a mediados de Diciembre, se zanjó con la derrota de José María Fidalgo por la pugna de la secretaría general: 484 votos frente a los 512 de su sustituto, Ignacio Fernández Toxo. Aunque por la minima, esta derrota tiene un hondo significado. Que por primera vez un congreso de CC.OO. eche al secretario general ya es sintomático, pero la auténtica relevancia se la dá el contexto en que se produce. No es ninguna anédocta que un sindicato de la importancia de CC.OO. Haya ocurrido esto durante los compases de una grave recesión. Si la situación económica del 2008 hubiese sido como la del 2007, probablemente Fidalgo no habría perdido la silla. Aunque Toxo era el secretario de Acción Sindical del propio Fidalgo en el mandato saliente, esto no le resta importancia al cambio operado. La derrota de Fidalgo es un mensaje en si misma.
La era Fidalgo fue una época nefasta para CC.OO. y para los trabajadores porque durante ella asistimos a una auténtica aberración sindical: a pesar del crecimiento del PIB español que fue algunos años el mayor de Europa, los trabajadores no nos vimos beneficiados por esa ingente riqueza creada por nuestro trabajo. Al contrario, la posición relativa de la clase obrera empeoró.
Este dato demuestra la absoluta banca rota del modelo sindical representado por Fidalgo. No hay mayor descalificación para una dirección sindical que el hecho que una situacón económica boyante, o sea, con unas condiciones objetivas favorables para conseguir mejoras, no haya sido capaz de conseguir que la clase obrera se llevase una parte de la tarta. Si no hubo una revuelta contra la burocracia sindical fue principalmente por la ausencia de una izquierda sindical realmente consecuente. Además porque, mal que bien, se iba tirando: había poco paro, los hijos encontraban trabajo, el crédito era muy accesible, etc. Pero el cambio brusco y repentino del panorama económico hizo aflorar todas las contradicciones latentes bajo la superficie de aparente calma en la lucha de clase. Los trabajadores no sólo perciben que se nos viene encima una crisis económica de caballo, sino que comprenden perfectamente otras dos cosas: 1) que los capitalistas quieren que paguemos los platos rotos de su crisis; y 2) que el Estado está al servicio del Capital. En estas condiciones, el sentimiento de la absoluta injusticia del capitalismo se extiende como una mancha de aceite, y con él se extiende también la indignación y la rabia contra este SISTEMA.

EFECTOS SINDICALES DE LA CRISIS

Inevitablemente, este ambiente entre los trabajadores presiona sobre las capas más bajas del aparato sindical, que trasladan esa presión hacia arriba, abriendo así fisuras dentro de la burocracia sindical. El sector más alejado de la realidad de la clase obrera está dispuesto a asumir las medidas que la burguesia demanda " para que España salga de la crisis ". Pero el sector con más tradiciones y raíces en el movimiento obrero comprende que eso sería un suicidio y que, al menos, tiene que parecer que no están de acuerdo. Este es el transfondo de la disputa Fidalgo-Toxo. El primero representa a los burócratas más degenerados, que se sienten " hombres de Estado "y creen que su legitimidad proviene meramente del reconocimiento de sus interlocutores ( la patronal y el gobierno ). El segundo, el sector de la burocracia que sabe que la legitimidad sólo puede provenir, en última estancia, de los trabajadores y que, por tanto, no se puede permanecer indifinidamente alejados de ellos, porque el resultado sería que los trabajadores acabarían por darles la espalda y, en la medida que esto ocurriera, la burguesía la ignoraría, puesto que no le serviría llegar a acuerdos con ella. Para la burguesía, una burocracia sindical sólo es útil si sirve para tener los obreros controlados.


¿ QUE SE PUEDE ESPERAR DE TOXO ?

Tanto desde su puesto de secretario de Acción Sindical como, anteriormente, desde la Federación Minerometalúrgica, Toxo fue una pieza clave del oficialismo de CC.OO. y participo activamente en las purgas de mediados de los años noventa contra el Sector Critico. Y cómo el mismo se encargó de decir ( Público 23/11/2008 ), no es partidario de " poner patas arriba lo que ha sido la politica del sindicato". También ha rechazado que ya sea necesaria una huelga general.
Pero una cosa es la voluntad subjetiva de Toxo y otra muy distinta la situación objetiva de la económia, que ejerce una gran presión, como evidenció esta ruptura dentro del Sector Oficialista. Además, Toxo va tener que justificar el haber dividido a CC.OO. por la mitad para echar a Fidalgo. Su discurso de la defensa de su candidatura ya marcó una clara diferencia con el pasado, pero las palabras no bastarán, antes o después tendrá que pasar a los hechos. Podría empezar por gestos sin excesivas consecuencias prácticas, pero con una significación evidente, como la no renovación del acuerdo para la negociación colectiva para este año 2009. Pero aunque esto le dé un margen, al final los gestos tendrán que convertirse en acciones más contundentes.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la situación económica también hará aumentar enormemente las presiones de la burguesía y el gobierno para que CC.OO. permanezca en la senda del "diálogo social".
Toxo va estar muy presionado, por abajo y por arriba. La conyutura favorece un sindicalismo combativo, pero para que se convierta en realidad tiene que ser impulsado y organizado independientemente de lo que haga o diga Toxo
Por eso, un factor primordial para que las cosas cambien es la existencia de un ala de izquierdas dentro del Sindicato. En este sentido, hubiese sido preferible que el Sector-Critico aún optando, correctamente, por apoyar a Toxo frente a Fidalgo presentase un programa alternativo y su propia candidatura a la Comisión Ejecutiva, para mantener un perfil diferenciado.
Una izquierda fuerte en CC.OO. es más necesaria que nunca, pero no concebida como una corriente orientada fundamentalmente a pelear dentro de las estructuras de la Organización, sino como un grupo activo en las luchas cotidianas de los trabajadores, impulsando la combatividad, la unificación de los conflictos, el rechazo de todas las medidas antiobreras y la conciencia socialista. Porque en este contexto económico, la burguesía opondrá una resistencia feroz a cualquier demanda obrera y sólo se podrá arrancar concesiones con luchas muy amplias, que ejerzan una gran fuerza. Por este motivo, las luchas van tener un caracter muy politico, poniendo de relieve que el sindicalismo de clase necesita un programa Socialista.

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