CONCLUYE EL IX CONGRESO DE CC.OO

ESTE CONGRESO CULMINA Y ACRECIENTA UNA DESVIACION IDEOLOGICA DE UNA HERRAMIENTA FUNDAMENTAL DE LA CLASE OBRERA ESPAÑOLA.
En un contexto continuista de derechización y con un sector critico agazapado durante cuatro años, se ha desarrollado este congreso. La gestión y el desarrollo de una politica sindical de colaboración, que tan nefastos resultados han aportado a la clase obrera, se perfila como continuista en un periodo de signo distinto al anterior ciclo de bonanza y crecimiento. En plena "crisis del capitalismo" se sigue apostando por el dialógo social, en un congreso, que no ha dudado en aprobar y dar el apoyo a la gestión de Fidalgo y que por otro lado no apoya su reeleción.
El IX congreso confederal de CC.OO. se dá en un contexto de un aumento del paro desmedido, en un proceso de perdida de poder de los salarios y el cierre de empresas. En todo este contexto de crisis financiera, con los gobiernos desviando recursos públicos para los bancos y poderosos, nuestros dirigentes sindicales se dedican a avalar este expolio con su páralisis, no dicen, ni pio, ante los ataques indiscriminados, ni movilizan sus bases ante los graves ataques que sufren en aspectos sociales, como el continuo deteriodo de la sanidad y de la educación públicas.
Pero hay tal hipocresía en la dirección del Sindicato, que aquellos que sustentaron y avalaron la politica de Fidalgo, incluido su número dos, el actual elegido secretario general, el amigo Toxo, deciden cargarselo. Fidalgo es un advenedizo sindical, que se encontro con el poder por una serie de casualidades y que culminó el proceso de derechización y caza de brujas iniciado por Antonio Gutierrez.
¿Pero quién es Toxo?Es un ser retorcidamente ambicioso, Toxo, como describe Mónica Iglesias en el Militante del Mes de Diciembre dice: Toxo quiere ajustes, no cambios y sigue su argumentación. En este escenario donde se desarrolla la actual pugna por la secretaria general, en realidad, las concepciones sindicales de ambos cándidatos han sido prácticamente idénticas, de hecho, Toxo ha ostentado la secretaria de acción sindical en el equipo de dirección de Fidalgo desde 2004. Su coincidencia con respecto a la politica sindical ha sido total, votando favorablemente y sin excepción todas las decisiones tomadas por la dirección del Sindicato.
Este panorama descrito por Mónica lo comparto en su totalidad, para aquellos que conocemos a Toxo personalmente y hemos sufrido su politica sindical en la fábrica y más tarde en la Federación, sabemos como se las gasta. Es calculador y sus ansias de poder le llevan a utilizar el aparato sindical como trampolin de sus aspiraciones personales y para ello se rodea de una clientela sindical de pelotas y tipos que entienden el sindicalismo, no como un servicio a la clase obrera,sino como una profesión, que les aleja del dia a dia de los que dicen representar.
Dice Toxo en su discurso, que va a ser un secretario general integrador y que su politica será continuista, combinando el dialógo social y la movilización si es necesaria. Toxo es un ser listo y como tal nunca descarta nada, sabe jugar de burocrata y si el guión lo exige, llama a las barricadas.
El problema de acceder en estos tiempos al poder sindical es el divorcio que se ha abierto entre la Dirección y los trabajadores. Del Sindicato asambleario y participativo, lo han convertido en un aparato burocratico y como tal, menos participativo y más controlado por unos burocratas que no van permitir, ni consentir ser cuestionados, ni movidos de sus sillas, volver al tajo, les da salpullido. Ya se protegen, estos elementos, variando Estatutos y lo que sea pertinente, para permanecer en sus puestos y no permitir que otros discrepen y se les cierra toda posibilidad de poder participar en los congresos.
Toxo, se va tener que enfrentar en los próximos años a la presiones por abajo en el Sindicato, que se van multiplicar por efecto de la crisis y la brutalidad del ataque de la burguesia. Toxo se moverá en la cada vez más aguda contradicción de tener que movilizar para recuperar la autoridad de la dirección sindical y el pavor que estas movilizaciones acaben desatando una dinamica que desborden los estrechisimos limites del " sindicalismo responsable".